En otoño
El sol languidece para
extasiar de ocres y pardos
la paleta de colores,
que irá inundando estos campos
y así paliar la
frialdad que nos va ir dejando el otoño.
Plácidamente irán
apareciendo las nubes
en los tristes dominios
del ocaso.
Milimétricas gotas de
agua conformarán la lluvia,
glisandos de armónicos se
irán deslizando
sobre las hojas doradas
y pardas de los plátanos,
e irán pespunteando los
trozos de esa tierra reseca,
que ahora se agrieta y
se rompe en pedazos.
Como los hombres que vivieron
en el cuaternario
nos ocultaremos con la
salvaguarda del miedo
al resplandor del rayo
y al estruendo del trueno,
y haremos un hogar de
amor y fuego con la luz
del conocimiento que
nos ha ido dando la vida
con dulces y fieros
zarpazos de amor y descalabro.
Ildefonso
Gómez Sánchez
6/octubre/2018